Sensualidad y lujo
Lo anticipamos en noviembre, y ahora llega ya como realidad presente en el Salón de Ginebra (marzo 2014), tomando el relevo de los Mercedes CL bajo una exclusiva combinación de diseño y tecnología punta en formato coupé de 4 puertas y 4 plazas. Un auténtico Gran Turismo que llegará a nuestro mercado a final del verano, con motor V8 y tracción total 4Matic a un precio desde 151.500 euros (el S 500 4M Coupé).
Mercedes define su diseño así “claridad sensual como expresión de lujo moderno” resumida en tres valores, tradición, emoción y progresismo. En todo caso, y frente al conservadurismo que casi siempre ha prevalecido en los coupés grandes de la marca, este S Coupé surge más vanguardista y atractivo, bajo las equilibradas proporciones de la llamada “dropping line” (línea gota) dominante en los últimos Mercedes.

Con unas medidas decididamente grandes y ya definitivas (5,03 m de largo sobre una plataforma de 2,95 m de batalla, por 1,90 m de ancho y 1,41 de alto) este majestuoso coupé destaca por su largo capó de marcados perfiles y resaltes, su cintura alta (pero no en cuña) con pequeñas y bajas ventanillas laterales y los abultados guardabarros con grandes llantas de 18” a 20”. Su carrocería parece esculpida dentro de un acertado juego de superficies cóncavas y convexas, que le confiere una elegancia clásica como coupé gran turismo, pero bajo unos rasgos más modernos y avanzados.
Presenta un techo arqueado en cúpula, con puertas sin marcos y perfiles cromados que envuelven todas las superficies acristaladas, no interrumpidas por un montante central. Pero lo que más llama la atención es su frontal, con la parrilla central de efecto diamante y cruzada por una sola lama, junto a los faros de diodos con las prominentes «cejas» que asumen la función de luz de cruce diurna y que le confieren una mirada propia y característica, completadas con un rasgo antagonista semicircular. En combinación con sus lámparas de diodos de serie se ofrecen en opción unos faros delanteros con 47 cristales de Swarovski por unidad (17 poligonales para las luces diurnas en forma de antorcha y 30 redondos en los intermitentes).
Su exclusiva imagen queda completada con una zaga ancha y rotunda, con la matrícula desplazada a la sección inferior del paragolpes, lo que permite configurar una tapa del maletero especialmente lisa, con la estrella de 3 puntas en el centro, basculante en combinación con la función de cámara de marcha atrás o bien, como equipo opcional, con la cámara de 360°.Los pilotos traseros horizontales están divididos en dos elementos, subrayando al mismo tiempo las formas deportivas de la parte trasera, mientras una parte de sus funciones de iluminación se encuentra sobre las aletas y la otra sobre la tapa del maletero.
El paragolpes de dos piezas subraya en la zaga la deportividad del diseño frontal del coche. El difusor en negro brillo combina diseño atractivo y eficacia aerodinámica, mientras que por debajo muestra un perfil horizontal en ala de color plata, similar al correspondiente del paragolpes delantero, con las bocas de las salidas del escape integradas en el difusor. Por último el techo transparente panorámico viene de serie (cubriendo los 2/3 de su superficie, 1,32 m2, vez y media más que el anterior) y cuenta con la función Magic Sky que permite variar su grado de transparencia pulsando un botón, hasta convertirse en casi totalmente opaco (deja entrar menos del 1% de luz), sin perder por ello la clásica cortinilla interior enrollable.

Lujo vanguardista.- En el interior, el lujo se combina con un diseño vanguardista, dominando la calidad y tacto de sus materiales. El puesto de conducción presenta dos ambientes, una sección superior envolvente que se prolonga por las puertas y otra inferior, extremadamente baja, que parece suspendida. Esta configuración específica ha sido posible gracias a la nueva ubicación del airbag, situado a menor altura, permitiendo destacar la amplia pantalla TFT de dos piezas, que parece flotar delante de esta superficie. La consola central alta se sitúa por debajo y se prolonga hasta la parte trasera, con todas sus tapas y superficies forradas en cuero. Por su parte, el volante «Super Sport» destaca por sus radios galvanizados, que surgen como si nacieran de la columna de la dirección.
Todo el interior se caracteriza por el empleo de materiales, costuras y acabados de la máxima calidad; aireadores, interruptores y hasta el escudo de los aproximadores de los cinturones de seguridad presentan un acabado galvanizado “silver shadow”, mientras que el panel táctil del apoyacodos central (opcional) va lacado en negro brillo con el contorno cromado: desde el mismo, como en un “smartphone”, el conductor puede manejar todas las funciones de la unidad central con los dedos. El panel táctil permite además introducir letras, cifras y caracteres especiales con escritura natural y en cualquier idioma programado en la unidad central (con algunos mandos multimedia asignados a teclas de acceso directo dispuestas en semicírculo delante del controlador).
Concebido como coupé de 4 plazas, las dos traseras cuentan con asientos individuales tapizados en piel (y en opción en napa suave pespunteada en rombos en banqueta y respaldo). Los anclajes de los cinturones de seguridad delanteros se integran en el revestimiento lateral de la parte trasera, sin alterar el diseño lateral al abrir las ventanillas, y cuentan con aproximadores para facilitar su uso a los pasajeros. Los revestimientos de puertas se entrelazan sin solución de continuidad con los laterales de la parte trasera, con sus mandos integrados combinados con los del sistema de sonido “Surround Burmester” normal o High-End 3D. Hay tres tonos de tapizado interior (rojo Bengala, marrón silla de montar o porcelana) a juego con la iluminación de ambiente de serie (en diversas tonalidades), más siete colores de carrocería.
Se desvelan dos motores.- En cuanto a motores, de momento sigue sin desvelarse más que el V8 4.6 biturbo de 455 CV (el del S500) y 71,4 mkg, con cambio automático de 7 marchas y tracción total 4Matic. Y también habrá una versión 63 AMG con tracción total y 585 CV, pero lo que no está tan claro es que vaya a montar el V12 6.0 de 630 CV (que ya montó la versión 65 AMG del anterior CL), al menos mientras no consigan limpiar mejor sus emisiones. Se da también por sentado que habrá versión híbrida (pero no antes de 2016).

Por ahora Mercedes se limita a alabar la sonoridad del motor, cuyo sonido se ha fijado en dos niveles, E y S, modificado mediante unas mariposas neumáticas que varían el recorrido de los gases por el silenciador final de doble flujo, en posición transversal. Cuando están abiertas (a alto régimen) el programa S emite un ruido más ronco, mientras que en el E suena mucho más amortiguado.
Tecnología con magia.– Además de toda la parafernalia de ayudas y equipamientos de vanguardia ya conocidos en la berlina, conviene destacar en este Mercedes Clase S Coupé un sistema de visión proyectada del cuadro en el parabrisas (“head up display”) bastante sofisticado, que además de los datos habituales de velocidad, temperatura, combustible, etc, también proyecta datos del navegador, las limitaciones de velocidad, sistemas de ayuda a la conducción, etc. Se basa en un sistema de espejos más un módulo visual a todo color de alta definición (480 x 240 píxeles) iluminado por diodos, que proyectan una imagen virtual (21 x 7 cm) frente al campo visual del conductor, que la percibe como si estuviera suspendida sobre el capó a dos metros de distancia. Un sensor especial de luz situado en el borde superior del techo adapta automáticamente el brillo del “head up display” a la luminosidad exterior.
Aún más interés si cabe tiene su Magic Body Control, que como en la Mercedes Clase S berlina es capaz de “ver” por anticipado los baches e irregularidades del piso, adaptando la suspensión a las mismas antes de rodar sobre ellas, sistema que también cuenta con la función de inclinación activa en curvas, por la que este Mercedes S Coupé se balancea lateralmente hacia el interior de la curva, de forma similar a como hace un motociclista o un esquiador. Así, lo mismo que sucede al tomar una curva peraltada, disminuye la aceleración transversal que sufren los ocupantes, que mantienen una posición confortable en los asientos. Esta función no está pensada para alcanzar mayor velocidad en curva, sino para procurar un mayor agrado de conducción.
Este Magic Body Control se ofrece en opción en el S 500 4M Coupé junto al control activo de suspensión (ABC) y el reconocimiento previo del estado del piso (Road Surface Scan), que trabaja con una cámara estéreo que “lee” el firme 15 metros por delante, y por supuesto, la función de inclinación activa, que actúa a través de 4 cilindros hidráulicos situados en los conjunto telescópicos de la suspensión, que son los que suben o bajan ajustando individualmente fuerza elástica en cada uno de los conjuntos. La inclinación activa en curvas desplaza la base de cada uno de ellos según las características de la curva. En consecuencia, el vehículo se inclina de forma progresiva y automática en fracciones de segundo hacia el interior de la curva (hasta un máximo de 2,5º) en función de la curvatura de la carretera y de la velocidad, actuando entre 30 y 180 km/h, pudiendo además seleccionarse entre tres modos de marcha a través del conmutador del ABC.
En definitiva, una serie de novedades que sorprenden o asombran, pese a que se trata de un coche del mayor nivel y precio, ofrecido de momento en dos versiones: S 500 4M Coupé (151.500 euros) y S 63 AMG 4M Coupé (203.300 euros) incluidos los impuestos (IVA e IM).